Últimamente parece que a todo el mundo le ha dado la fiebre por lo natural , lo “bio” lo “eco”...y de repente vemos que el champú de toda la vida, ahora aparece con la etiqueta”libre de parabenos” , “sin siliconas” y todo ésto suena tan natural, tan ecológico que incluso nos da la impresión de que limpia o hidrata más y es estupendo.
Pero realmente, ¿qué son esas palabras que nos suenan fatal y debemos evitar a toda costa?
Parabenos:son unos productos químicos, utilizados en la cosmética tradicional como conservante, para evitar el desarrollo de hongos y levaduras en los compuestos.
Por su utilización en productos alimentarios, su capacidad demostrada durante años para impedir el crecimiento de microorganismos y su bajo precio, los encontramos en casi todos los productos cosméticos.
El problema es, que se les considera responsables de muchas alergias, dermatitis y reacciones de sensibilidad, es por esto que muchas marcas empiezan a prescindir de ellos y a sustituirlos por otros compuestos más naturales, como el extracto de semilla de pomelo.
¿Cómo identificarlos en las etiquetas? Los encontramos con los nombres de:
Methylparaben, ethylparaben( E214), propylparaben( E216,) butylparaben, isobutylparaben, isopropylparaben, benzylparaben.
Siliconas: se utilizan mucho en champú, acondicionadores y mascarillas capilares, para hidratar el pelo y dar ése aspecto de sano, brillante, con las puntas selladas y sin encrespamiento que todos queremos.
Existen dos tipos de siliconas, unas solubles en agua y otras que no lo son. El problema viene cuando abusamos de productos que llevan éstas últimas, pues poco a poco se va formando alrededor de la fibra capilar, una envoltura de residuos, que no podremos eliminar con un champú normal y que poco a poco harán que el pelo no “respire”, y al mismo tiempo impidiendo que penetren en la fibra los productos que lo hidraten y nutran.
Finalmente el pelo aparece grasiento, opaco y es necesario lavarlo con más frecuencia, por lo que no salimos de éste círculo vicioso.
Siliconas insolubles en agua, las encontramos con los siguientes nombres:
Siloxane, amodimethicone, cyclopentasiloxane, dimethicone, dimethicone copolyol, dimethiconol, cetyl dimethicone, cyclomethicone, phenyl trimethicone, cyclohexasiloxane.
Solubles en agua: cetyl dimethicone copolyol, dimethicone copolyol, behenoxy dimethicone sparingly, hydrolyzed wheat protein hydroxypropyl polysiloxane,
lauryl methicone copolyol
Muchas de ellas aparecen con el prefijo PEG, lo que nos ayuda a distinguirlas de las insolubles.
Aceites minerales: aunque por su nombre, puedan parecer aceites derivados de minerales, éstos aceites, son derivados del petróleo, lo que les hace una materia prima muy barata y segura, pues impiden el crecimiento de bacterias y microorganismos, que puedan estropear el producto.
Los encontramos en cremas, lociones, labiales, vaselinas, corporales, etc, con la función de hidratar , nutrir y dar ésa textura suave y untuosa a las cremas.
El problema es, que a la larga el efecto es el contrario, pues se depositan en el poro y lo taponan, impiden la oxigenación de las células y extraen la humedad propia de la piel a la superficie, haciéndola parecer hidratada, pero una vez dejamos de utilizar el producto, la piel está más seca y deshidratada, por lo que continuamos aplicándola... volviéndonos verdaderos adictos a ella.
Identificamos algunos de ellos por éstos nombres:
Mineral oil, paraffinum, paraffinum liquidum, petrolatum, silicone quaternium, methylsilanol, cera microcristalina, ozokerit, ceresin.
Para finalizar, un pequeño truco, para no volverse loco con todos éstos nombres, es fijarse en que los parabenos casi siempre terminan en –paraben, las siliconas en –one,-ona, -conol, uy los derivados del petróleo en petrolatum o parafffinum.
Es una forma de identificar de un vistazo, los ingredientes que no nos interesan, y deshecharlos o seguir utilizándolos pero sabiendo lo que nos aplicamos.