viernes, diciembre 17, 2010

Velas de masaje.

Unos de mis últimos experimentos, y de los que más ilusión me ha hecho, son las velas de masaje.

Se empiezan a poner de moda, en algunas tiendas de decoración, velas,inciensos...pero sobretodo se venden como regalos para parejas, pues parece que dar un masaje con una vela, resulta de lo más erótico...no sé, habrá que experimentar con ellas.
En algunos centros de estética, las usan en sus tratamientos corporales y "dicen" que de ésta forma, el masaje es mucho más efectivo, por el efecto del  aceite caliente sobre la piel.
No sé...para mí, simplemente son unas velitas curiosas, decorativas y muy útiles, pero el efecto que se quiera conseguir, ya sea relajante, ambiental o...de otro tipo, eso ya depende de las ganas y la destreza de quien las use,no?

Bueno, pues os dejo unas fotitos y su uso e ingredientes.

Ingredientes:
- Cera de soja; nutritiva, emoliente y protectora de la piel.
- Manteca de karité; hidratante, nutritiva y protectora.
- Aceite esencial de naranja dulce; antiséptico, estimulante.

Uso: 
- Encender la mecha y esperar a que se derritan los aceites y la cera, una vez derretida la cantidad necesaria, apagar la vela y aplicar el aceite, directamente sobre la piel o las manos para realizar el masaje.
El punto de fusión de ésta cera es muy bajo, por lo que no hay riesgo de quemaduras.



Espero que os gusten tanto como a mí.

jueves, diciembre 16, 2010

Limpiador facial

Después de muchos meses sin actualizar, por fin me animo a escribir una nueva entrada.
Durante éstos meses, he descubierto nuevas recetas y otros fórmulas que hasta ahora no me atrevía a utilizar, por lo que ya no tengo excusa para dejar ésto abandonado mucho tiempo.

Mi último experimento, ha sido un limpiador facial, que es una copia de uno de la marca Lush, que me encanta.
No sé si conocéis ésta marca, pero se dedica a la cosmética "hecha a mano", pero ésto no quiere decir que sea del todo natural, pues utilizan algunos ingredientes nada naturales...pero aún así, algunos se salvan como las mantecas corporales, barritas de masaje y éste limpiador que me encanta. Por lo que decidí "clonarlo" a mí manera y personalizarlo un poquito.

Ingredientes:
- Arcilla blanca o caolín; desintoxicante, desinfectante y antibacteriana, absorve el exceso de grasa y equilibra el ph de la piel, pero sin resecar tanto como la arcilla verde, más indicada para pieles grasas.
- Centella asiática; cicatrizante y regeneradora(estimula la síntesis de colágeno).
- Polvo de iris; exfoliante muy suave, para las pieles más sensibles.
- Glicerina; protectora e hidratante.
- Aceite esencial de Litsea Cubeba; antiséptico y desinfectante, especial para pieles con impurezas y acné.

Uso:
Mojar la piel, coger un trocito con los dedos y frotar en la mano húmeda, hasta que se forme una pasta blanca, aplicar en la cara, con movimientos circulares, insistiendo en las zonas de más impurezas, como barbilla, frente y aletas de la nariz. Retirar con agua.



Tras el uso, la piel se nota más fina, por la exfoliación y los poros menos visibles. Lo que más me gusta es que no reseca nada y no da la sensación de piel tirante, aunque después yo siempre uso una hidratante.
Otra forma de usarlo es como mascarilla, lo dejamos un ratito en la cara, hasta que se vaya secando y retiramos con agua.

jueves, mayo 06, 2010

Oleomacerados

La entrada de hoy, es una propuesta para que probéis a hacer vuestros "potingues" en casa.
Parece que ya va entrando la primavera (aunque ésta última semana no lo parezca) y podemos ver por todos sitios, arbolillos en flor y diferentes arbustos con brotes nuevos, pues bien, aprovechando ésta época, vamos a recolectar algunas plantas para hacer unos oleomacerados, que guardaremos y nos serviran durante varios meses.
Para empezar, el oleomacerado consiste en, poner a macerar una planta en un aceite base, para aprovechar las propiedades de ésta.
Es importante elegir el tipo de planta, pues los compuestos liposolubles de ésta, son los que quedarán en el aceite resultante. Así, las plantas más comunes son romero, manzanilla, caléndula, hipérico, lavanda, jazmín y muchas más con las que podemos probar.
Tambíén hay que tener en cuenta el aceite a utilizar, normalmente suele ser el de oliva, pues es muy fácil de obtener y muy rico en vitamina E, que ayuda a que el aceite final no enrancie prematuramente. Pero si queremos utilizar el oleomacerado para una piel grasa o mixta, éste aceite no será el más apropiado y deberíamos probar con jojoba, onagra o avellana, por su capacidad de penetración y afinidad con las pieles grasas.
Una vez elegido ésto, sólo queda recoger las plantas, introducirlas en un bote hermético y llenar de aceite hasta cubrir completamente la planta, dejar el bote a la interperie unos 30 días y listo!
La planta puede estar seca o verde, hay quien prefiere con la planta seca, pero yo he probado los dos modos y me gustan ambos.
Hay plantas que encontramos facilmente en el monte, como el romero o hipérico y si sois tan impacientes como yo, no creo que podáis esperar a que sequen y en cambio otras las tendremos que comprar secas en el herbolario. Lo importante es que el resultado final sea el que esperamos.

Y aquí os dejo como muestra unas fotos de mis últimos macerados


A la izquierda: oleato de aloe, en aceite de coco, oliva y ricino.
Y a la derecha: oleato de azahar, en aceite de oliva.

El de aloe, lo hago con una técnica diferente, y más rápida.
Cortamos un par de hojas en trozos(quitando los bordes de espinas) y las ponemos en un bol con el aceite, al baño maría durante unas 4 horas, pasado éste tiempo exprimimos bien las hojas, colamos y a envasar.
No poner directamente el aceite en el fuego para evitar que éste se desnaturalice y pierda sus propiedades al hervir, mejor al baño maria con fuego bajo, durante varias horas.

Espero que os guste y lo probeis todos.

jueves, abril 15, 2010

¿Y por qué natural? ( 2ª parte)

Es normal que sabiendo todo ésto, algunas marcas decidan empezar a prescindir de ellos y por eso se ven cada día, más marcas naturales, bio o ecológicas.


Aún así es una minoría y sigue siendo mucho más rentable la cosmética industrial, más asequible y con mejor distribución que la alternativa natural.

El éxito de éste tipo de ingredientes, es que resulta una alternativa muy barata y que da pocos problemas a corto plazo, pues aún no existen suficientes estudios para afirmar que pueden ser perjudiciales, dañinos e incluso algunos de ellos cancerígenos (como algunos derivados del petróleo), por lo que con una advertencia en la etiqueta de “puede producir sensibilidad”, todo solucionado.

La solución a todo esto, el uso de aceites vegetales, esenciales, extractos de plantas, de minerales,etc, son materias primas muy caras, y más aún utilizadas en las cantidades recomendables para notar algún efecto.

También podemos encontrar productos, que incluyan en su fórmula éstos ingredientes, y en sus etiquetas aparezca la frase “ahora con árbol de té”, “enriquecido con aceite de jojoba” o “rico en aloe”.

Pero, ¿en qué cantidad? Pues esto también es importante, podemos tener una tarro de body milk de aloe y que éste aparezca entre los últimos ingredientes en su etiqueta, eso quiere decir que la cantidad es mínima y por lo tanto no voy a notar ningún efecto...pero llevar aloe, lleva.

Así aparece el concepto de INCI:

El “INCI” es la Nomencaltura internacional de ingredientes en la cosmética, regulada a principios de los años 80 por la FDA (Food and Drug Administration) y la CTFA (Cosmetic, Toiletry & Fragrance Association), que determinaron las reglas según las cuales los ingredientes han de figurar.

Son nombres en latín y enumerados según su cantidad en línea descendente, es decir, la sustancia más cuantiosa se nombra en primer lugar y la que aparece en menor cantidad se sitúa la última.

Ésta es la única prueba que tenemos, de la cantidad(aproximada)de ingrediente, que lleva un producto.

Si en un champú al aceite de jojoba, vemos la jojoba (o su nombre en latín) situado entre los últimos puestos, es que la cantidad real, sólo sirve para dar el nombre a la etiqueta y dudo mucho que nos beneficiemos de sus propiedades.

jueves, abril 15, 2010

¿Y por qué natural?(1ª Parte)

Últimamente parece que a todo el mundo le ha dado la fiebre por lo natural , lo “bio” lo “eco”...y de repente vemos que el champú de toda la vida, ahora aparece con la etiqueta”libre de parabenos” , “sin siliconas” y todo ésto suena tan natural, tan ecológico que incluso nos da la impresión de que limpia o hidrata más y es estupendo.


Pero realmente, ¿qué son esas palabras que nos suenan fatal y debemos evitar a toda costa?

Parabenos:son unos productos químicos, utilizados en la cosmética tradicional como conservante, para evitar el desarrollo de hongos y levaduras en los compuestos.

Por su utilización en productos alimentarios, su capacidad demostrada durante años para impedir el crecimiento de microorganismos y su bajo precio, los encontramos en casi todos los productos cosméticos.

El problema es, que se les considera responsables de muchas alergias, dermatitis y reacciones de sensibilidad, es por esto que muchas marcas empiezan a prescindir de ellos y a sustituirlos por otros compuestos más naturales, como el extracto de semilla de pomelo.

¿Cómo identificarlos en las etiquetas? Los encontramos con los nombres de:

Methylparaben, ethylparaben( E214), propylparaben( E216,) butylparaben, isobutylparaben, isopropylparaben, benzylparaben.

Siliconas: se utilizan mucho en champú, acondicionadores y mascarillas capilares, para hidratar el pelo y dar ése aspecto de sano, brillante, con las puntas selladas y sin encrespamiento que todos queremos.

Existen dos tipos de siliconas, unas solubles en agua y otras que no lo son. El problema viene cuando abusamos de productos que llevan éstas últimas, pues poco a poco se va formando alrededor de la fibra capilar, una envoltura de residuos, que no podremos eliminar con un champú normal y que poco a poco harán que el pelo no “respire”, y al mismo tiempo impidiendo que penetren en la fibra los productos que lo hidraten y nutran.

Finalmente el pelo aparece grasiento, opaco y es necesario lavarlo con más frecuencia, por lo que no salimos de éste círculo vicioso.

Siliconas insolubles en agua, las encontramos con los siguientes nombres:

Siloxane, amodimethicone, cyclopentasiloxane, dimethicone, dimethicone copolyol, dimethiconol, cetyl dimethicone, cyclomethicone, phenyl trimethicone, cyclohexasiloxane.


Solubles en agua: cetyl dimethicone copolyol, dimethicone copolyol, behenoxy dimethicone sparingly, hydrolyzed wheat protein hydroxypropyl polysiloxane,
lauryl methicone copolyol

Muchas de ellas aparecen con el prefijo PEG, lo que nos ayuda a distinguirlas de las insolubles.

Aceites minerales: aunque por su nombre, puedan parecer aceites derivados de minerales, éstos aceites, son derivados del petróleo, lo que les hace una materia prima muy barata y segura, pues impiden el crecimiento de bacterias y microorganismos, que puedan estropear el producto.

Los encontramos en cremas, lociones, labiales, vaselinas, corporales, etc, con la función de hidratar , nutrir y dar ésa textura suave y untuosa a las cremas.

El problema es, que a la larga el efecto es el contrario, pues se depositan en el poro y lo taponan, impiden la oxigenación de las células y extraen la humedad propia de la piel a la superficie, haciéndola parecer hidratada, pero una vez dejamos de utilizar el producto, la piel está más seca y deshidratada, por lo que continuamos aplicándola... volviéndonos verdaderos adictos a ella.

Identificamos algunos de ellos por éstos nombres:

Mineral oil, paraffinum, paraffinum liquidum, petrolatum, silicone quaternium, methylsilanol, cera microcristalina, ozokerit, ceresin.


Para finalizar, un pequeño truco, para no volverse loco con todos éstos nombres, es fijarse en que los parabenos casi siempre terminan en –paraben, las siliconas en –one,-ona, -conol, uy los derivados del petróleo en petrolatum o parafffinum.

Es una forma de identificar de un vistazo, los ingredientes que no nos interesan, y deshecharlos o seguir utilizándolos pero sabiendo lo que nos aplicamos.

miércoles, abril 07, 2010

Potinguillos varios.

Hoy os voy a presentar , algunos productos que salieron de "La potinguería" ésta Semana Santa.
Son algunos encargos para amigos, que podéis encontrar en el catálogo, pero aprovechando que están "recién salidos del horno" os cuento algunas cosillas más sobre ellos.




- Aceite anticelulítico: es una mezcla de aceites vegetales, esenciales y extractos de plantas, que ayuda a reducir la inflamación o edema propios de la celulitis. Es muy eficaz en problemas circulatorios y de retención de líquidos, gracias a los aceites de ciprés, geranio, hinojo y naranja que se encuentran en su composición. Además, cuenta con una mezcla de extractos de hiedra, cola de caballo y algas como fucus y laminaria, que refuerzan el efecto de los esenciales, de su composición.

- Leche virginal: es la receta de un tónico muy antiguo, que se basa en la combinación del agua de rosas con la tintura de Benjuí. Éste último destaca por sus propiedades protectoras de la piel, antiséptico y astringente.
A ésta receta básica se le pueden añadir algunos aditivos, y en ésta receta, se ha combinado el agua de rosas y el agua de azahar, (por ser más delicada con las pieles sensibles) con esenciales de manzanilla,  palmarrosa y extracto glicerinado de saúco, con propiedades antiedematosas.Obteniéndose una combinación ideal, para refrescar las pieles sensibles, con rojeces, párpados inflamados, o para utilizar como complemento, a la limpieza diaria de la piel.

- Crema de día: se trata de una crema para pieles mixtas-grasas, con aceites base de jojoba,onagra y semilla de uva, una alta concentración de agua de rosas y aceites esenciales de lavanda y geranio, para tratar las imperfecciones, granitos y desinfectar las pequeñas infecciones producidas por éstos y palmarrosa e incienso para regenerar la piel agredida, en  las zonas afectadas.
Posee una textura no grasa y de rápida absorción.
Como se puede observar en la foto, aparecen tres tarros, pues cada uno de ellos posee un aditivo extra, escogido especialmente para la persona a la que iba dirigida.
Así, una de ellas posee protecto solar, gracias a la adición de óxido de zinc y dióxido de titanio, que actúan como filtros físicos de los rayos solares.
Otra contiene arcilla blanca o caolín, que le aporta propiedades seboreguladoras y una textura mate al aplicarla.
Y finalmente, la última, es rica en seda natural, lo que le da una textura fina y delicada al aplicarla.

lunes, abril 05, 2010

Aceites vegetales

Creo que ya va siendo hora de actualizar y subir algunos apuntes más, que tengo ésto un poquito abandonado, con las vacaciones.
Hoy le toca a los aceites vegetales, pues son ingredientes imprescindibles, en casi todas las mezclas y creo que es importante conocerlos bien y diferenciarlos, para aprovechar todas sus propiedades.

Aceite de jojoba : no es realmente un aceite, sino una cera líquida y por su estructura, muy similar a las grasas de nuestra piel, es ideal para equilibrar tanto pieles con problemas de sequedad como pieles con exceso de sebo. Por ello, y a pesar de ser una textura de aceite, no solo no engrasa, sino que regula éste tipo de pieles. Ésta característica también lo hace ideal para tratar cabellos, con exceso de grasa.
También se encuentra indicado, en el tratamiento de la piel tras el afeitado o la depilación, pues ayuda a eliminar la irritación y rojeces producidas, por agresiones de éste tipo.
No es comedogénico, es decir, no obstruye el poro, ni favorece la aparición de granos, imperfecciones y en algunos casos, acné.

Aceite de onagra: o de prímula, posee en su composición, una gran riqueza en aceites grasos esenciales, como linoleico, oleico, esteárico, etc., lo que le hace muy indicado para tratar problemas de piel como:
Eccema; en especial de tipo atópico, pues su aplicación ayuda a reducir los picores y el enrojecimiento, así como la descamación excesiva de la piel.
Acné; pues al igual que la jojoba, ayuda a disolver los acúmulos de grasa en el poro.
Problemas de sequedad, por su capacidad para retener la humedad en la piel.

Aceite de aguacate: aceite rico en ácidos grasos esenciales. Es muy adecuado en tratamientos para la piel, por su capacidad de penetración y rápida absorción, lo que le hace un vehículo ideal para la dilución de aceites esenciales y principios activos.
No es comedogénico.

Aceite de almendras: indicado en pieles secas y castigadas, por su alto poder de hidratación. Su uso ayuda a evitar la aparición de estrías, y a reducir las ya existentes, mejorando el estado y la elasticidad de la piel.

Aceite de rosa mosqueta: posee un alto contenido en aceites grasos esenciales, lo que le hace ideal para la regeneración celular. Se utiliza, con muy buenos resultados, en tratamientos contra las manchas, pues actúa redistribuyendo la pigmentación de la piel y ayuda a reducir las cicatrices.
Se aconseja su utilización por la noche, pues puede producir fotosensiblidad.

Aceite de argán: de origen marroquí, es el aceite ideal para el cuidado de la piel, el cabello y las uñas.
Se utiliza como antiséptico y fungicida natural, protege contra las agresiones externas y ayuda a restaurar la capa hidrolipídica de la piel. Aporta elasticidad y resulta ideal en tratamientos antienvejecimiento, por su alto contenido en vitamina E.

Aceite de germen de trigo: rico en vitamina E, se utiliza como antioxidante y en fórmulas para pieles maduras y con necesidad de hidratación en profundidad, así como en pieles agredidas por el sol y las agresiones externas.
No es comedogénico.

Aceite de avellana: gran riqueza en vitamina A y E. Recomendado para pieles secas y sensibles, posee propiedades reafirmantes de la piel y por su textura ligera, posee una rápida absorción, lo que resulta ideal en tratamientos faciales y corporales.
No es comedogénico.

Aceite de semilla de uva: posee un alto contenido en antioxidantes, como son la vitamina C,D y E, que aportan elasticidad a la piel y la protegen frente a las arrugas.

Aceite de caléndula: se utiliza para mejorar la textura de la piel escamada, reseca y agrietada.
Mejora la circulación cutánea y ayuda a desinflamar y desematizar los tejidos.

Aceite de hipérico: o hierba de San Juan, se elabora por maceración de las flores de hipérico en un aceite base, normalmente, aceite de oliva. Posee propiedades cicatrizantes, lo que le hace ideal para el tratamiento de heridas, quemaduras, llagas.

Aceite de coco: éste aceite, en lugares fríos se suele presentar de forma sólida, similar a la manteca, pero en los meses más calurosos lo encontramos en su estado líquido. A pesar de ser un aceite “duro”, resulta muy fluido y fácil de aplicar, posee propiedades hidratantes y suavizantes de la piel y el cabello.
Aplicado en el cabello durante la exposición solar, ayuda a proteger la fibra capilar de las radiaciones, y agresiones como el cloro y la sal, suavizando y aportando brillo.

Manteca de Karité: se trata de una manteca, no un aceite, pero al igual que éstos, se obtiene por extracción de las semillas de su fruto.
Procede de un árbol autóctono, de la zona central de África y es muy rica en ácidos palmítico, esteárico, oleico y linoleico.
Protege y trata la piel descamada, irritada y seca, por su alto poder nutritivo. Ayuda a proteger la piel y el cabello de las radiaciones UVB y UVA, así como de las agresiones externas, como el agua salada o clorada y los climas fríos y secos.
No es comedogénica.

lunes, marzo 29, 2010

Catálogo.

Hoy me gustaría enseñaros, el catálogo de productos, que por fín está terminado.
Espero que poco a poco vaya creciendo, con la ayuda de todos. Como dice en la primera página, los productos son sólo una muestra, y se pueden hacer "potinguillos" adaptados a los gustos de cada uno.

Os dejo con él, un saludo y espero que os guste.